Su entusiasmo y fascinación por las personas es ininterrumpido.

Empezó en la industria hotelera y ha sido testigo de muchos comportamientos y patrones de
los huéspedes, y la pregunta era siempre:

¿Qué busca la gente, dónde y cómo encuentra su felicidad personal?

Una cosa quedó cada vez más clara: la felicidad la encontramos en nosotros mismos. Las
cosas materiales pueden complacernos durante un tiempo, alegrarnos, sorprendernos, pero la
verdadera felicidad y el verdadero amor, “también desde mi experiencia personal”, sólo son
posibles si estás dispuesto a trabajar en ti mismo y a quererte. A reflexionar, a asumir la
responsabilidad que hay en ello para poder avanzar

Su formación como Practicante de Manos de Tao le permite acompañar y apoyar a otras
personas de forma positiva en su camino vital, y está encantada de compartir con los pacientes
sus historias de éxito.